A unos veinte kilómetros al suroeste de Perpignan, Castelnou se encaja al pie del Aspres con, como telón de fondo, el Canigou, la montaña mítica de los catalanes. Dominando el pueblo, el castillo de Vicomtal tuvo que adaptar su forma pentagonal a las escarpadas e irregulares crestas de la roca que lo acoge.